jueves, 10 de mayo de 2012


Basilica_del_Señor_de_los_Milagros,_Guadalajara_de_Buga,_Valle_del_Cauca,_Colombia.jpg


Señor de los Milagros de Buga
La Historia del Cristo que crecióAtención, abrir en una nueva ventana.
Apenas si se vivía el albor del descubrimiento de América. La espada y la violencia habían hecho su entrada triunfal en estas tierras que olían a inocencia, a paz, a tranquilidad y a equilibrio ecológico y social. 
La indiecita, con su vestido de saraza y el cabello al aire recordando una tribu que nunca se había doblegado, lavaba las ropas del rico a la orilla del río.
El río bajaba lleno de raudos, con fragores de rey poderoso, con agua transparente y con pureza de nacimiento. La indiecita tenía el alma llena del Cristo que el misionero les había enseñado: tener su imagen, rezarle todos los días, implantarlo en su choza porque ya lo tenía muy hundido en el corazón: era su único anhelo.
Escondidos en su regazo tenía los setenta reales que había recogido con ese trabajo humilde y con esos setenta reales compraría una imagen de Cristo crucificado.
De su meditación la sacó el pisar fuerte de los guardias y el pisar angustiado del hombre que llevaban a la cárcel porque en su pobreza no había alcanzado a pagar los setenta reales que debía. El diálogo de la indígena con la autoridad fue corto porque la caridad no tiene distancias. Con los setenta reales hizo realidad su sueño: devolvió la libertad ese otro Cristo pobre y detenido. El hombre volvió a su choza y a su trabajo, y la indiecita siguió hundiendo las manos en las aguas cristalinas del Guadalajara.
Un día llega a sus manos un crucifijo: el corazón le late aún de la alegría de haber libertado aquel hombre pero ahora se duplican los latidos porque por el río venía una diminuta imagen de Cristo. La miró, lloró, la guardó en su regazo donde había tenido los setenta reales, lo sintió pesado. Bailando y corriendo con paso ritual llegó a su choza y después sembró el Cristo de las Aguas en la mitad de su dormitorio y luego durmió tranquila con sueños de cielo, con sonrisas de Dios y con satisfacción del niño que asegura que se ha manejado bien... Unos golpes la despiertan y escudriña la realidad a la luz de su choza. El Cristo había crecido…
La noticia se riega con la presteza de la primera resurrección… Los vecinos vienen y el CRISTO DE LAS AGUAS, como comenzó a llamarse, hace el bien y el milagro. Se apodera de la casa de la indiecita y de la comarca y de todos los corazones… todos lo quieren y lo negrean con besos y con lágrimas y con la huellas de sus manos y con los relatos que le hacen de sus trabajos y dolores.
El sabio obispo de Popayán, que a distancia escuchó los relatos, se exacerbó en su celo y por un sabio temor a los cuentos de brujas y de duendes mandó entonces que lo quemaran, que hicieran desaparecer esa imagen deteriorada.
Lo que el sabio obispo no supo fue que el amor perdura siempre, que al amor no lo destruye nada…Y el fuego no tocó la imagen, la puso sí a sudar copiosamente como suda y sufre quien es testigo de injusticias… Y la gente recogió el sudor en copos de algodón y con eso sanaron sus males y con eso restañaron las heridas de su corazón.
La historia nos dice… 
Así lo atestiguó bajo fe de juramento ante otro visitador, en 1665, doña Luisa de la Espada, hija de uno de los patriarcas de Buga. Ella aseguró que la imagen, arrojada al fuego, no se quemó, antes bien sudaba y la gente empapaba algodones en el sudor. Este testimonio se conserva. En esa misma ocasión otros testigos, igualmente bajo gravedad de juramento, hicieron declaraciones sobre hechos sorprendentes, especialmente curaciones realizadas por la devoción al Santo Cristo.
En Septiembre y Octubre de 1757 el obispo de Popayán, Diego del Corro, de visita en Buga, como testigo de los sucesos extraordinarios, mandó recoger cuantos documentos pudieron hallarse. Era su intención llevarlos a Lima, para presentarlos al tribunal. Desgraciadamente se extraviaron cuando el prelado viajaba a tomar posesión del arzobispado limeño.
En 1783 el rector del seminario de Popayán, y al mismo tiempo capellán del santuario de Buga, envió a Roma una relación aprobada por su obispo, en la que se relataban testimonios de numerosas curaciones. El Papa Pío VI respondió con 22 "breves perpetuos", en los que se concedían abundantes indulgencias a los devotos peregrinos. Se conserva la copia del documento pontificio.
Y el Cristo se quedó con el pueblo fiel primero en la casa de la humilde indiecita, después en la Ermita que con cariño le construyeron hasta que un terremoto la destruyó, y luego en la otra Ermita cuya torre convocó por tiempos largos a la gente con el sonar de las campanas fundidas de armas de las guerras y que todavía hoy se levanta orgullosa al lado de la Basílica. Y desde 1907 el Cristo está en la hermosa Basílica que construyó un pueblo dirigido por Misioneros Redentoristas.


http://Buga+Dcerca+5+007.jpg

Buga “La Ciudad Señora”
 se encuentra rodeada de zonas planas, ligeramente onduladas las que se van elevando a las estribaciones de la cordillera. Con una extensión de 832 Kilómetros cuadrados, la ciudad tiene cuatro pisos climáticos, por lo que su producción ganadera y agrícola es variada. Tiene cultivos industriales de caña de azúcar, maíz, sorgo y otros cereales.

Los principales ríos de la ciudad son el Sonso, el Guadalajara y el Loro, además de varias quebradas. En la historia religiosa del país el templo del Cristo Milagroso de Buga es objeto de un intenso transporte y comercio de Peregrinos.

Información general:
Ubicación:
 Buga es uno de los 41 municipios del departamento del Valle del Cauca.

Altura: 969 m.s.n.m, clima 23° C.
Temperatura: 23 grados centígrados
Población: 114.439 Habitantes Aproximadamente.
Productos principales: Algodón, Soya, Maíz, Millo, Café, Caña de Azúcar, Cebada, Papa, Plátano y Frijol.
Ferias y Fiestas: En el mes de Julio, se realiza la Feria de exposición agropecuaria. En el mes de agosto, se realiza el Festival de la Canción, “Festibuga Internacional”.
Gastronomía: El Manjar Blanco, las Conservas y las Jaleas, Cristalizados de Limón y Naranja.

Historia
La primitiva población de Buga fue fundada por Giraldo Gil de Estupiñán en el año 1555, al ser incendiada por los indios se transladó a Babaya. Desde entonces éste municipio del Valle, tuvo una serie de cambios en su administración, ya que dada su importancia estratégica debió soportar frecuentes variaciones en la política y en el manejo de intereses públicos.
Durante la época de la conquista sus tierras estaban pobladas por diversas y valientes tribus guerreras que ofrecieron resistencia a la invasión por parte de los conquistadores. El nombre de ésta ciudad, proviene de las tribus que poblaban los altos valles de la cordillera Central, donde fue fundada “Buga La Vieja”.
Etimológicamente hablando, el nombre de Buga es de origen Caribe, si se tiene en cuenta que los Pijaos, los Quinamanoes y Bugas eran de ascendencia Caribe, procedentes de archipiélagos Antillanos, penetraron al interior del país a través de los ríos Colombianos, para instalarse en Sierras y Valles.
Fue reedificada en el territorio de los indios Quinamanoes en la región denominada "Babaya" que estaba situada en la parte montañosa, al pie del Cerro de Pan de Azúcar. La segunda fundación recibió el nombre de "Guadalajara de Buga" y una tercera con el mismo nombre, para llegar posteriormente a capital de la provincia entre 1834 y 1887, año en que se organizó como Municipio, en 1908 fue capital del Departamento de Buga por veinte meses hasta la creación del Departamento del Valle.
Se ignora la fecha exacta de su fundación que de todas maneras se realizó en 1555 siendo trasladada a la Cordillera y nuevamente al Valle. En 1569 el alcalde Ruy Baez de Sosa ofreció sus tierras para trasladar la ciudad a orillas del río Guadalajara, la traslación tuvo lugar el 4 de Marzo de 1570, siendo su primer Teniente Gobernador y de Justicia mayor, el Capitán Luis Velásquez; su primer alcalde, el Capitán Melchor Velásquez de Valdenebro fundador de Toro y primer "Alférez Real" Capitán Diego Lazo de la Vega, quién además ejerció de alcalde.
En 1810 Buga formó parte de las ciudades confederadas del Valle del Cauca. El Rey de España Don Felipe II, le otorgó el título de Ciudad, a fines del siglo XVI y le concedió su escudo de armas por los muchos servicios prestados a la corona.
La Fundación realizada el 4 de marzo de 1570 en un sitio muy cercano a lo que hoy día son terrenos del SENA, llamada Sepulturas, es aceptada oficialmente como definitiva de la fundación de Guadalajara de Buga aunque un tiempo después fue trasladada a la Margen derecha del Río Piedras, hoy Río Guadalajara, siendo su plaza original el hoy parque "José María Cabal", marco de sus originales construcciones.








http://vista-de-mi-hermoso-valle.jpg




http:// El-señor-de-los-milagros

Esta es la imagen del Milagroso de Buga, una de las imágenes más queridas de los católicos colombianos. La imagen data de fines del siglo 16. Se dice que porque en algún momento intentaron quemarlo, es de color negro. La ciudad de Buga es un centro de peregrinación importante.




http://Lago-Calima

El Lago Calima fue construido por la empresa PERINI e inaugurado en 1966. La dimensión de su embalse es de 13 Kilómetros de largo por 1,5 Kilómetros de ancho, la superficie inundada es de 1934 hectáreas, el volumen total almacenado 581 millones de M3.


La región Calima fue hogar temporal de una de las culturas indígenas más antiguas de América (8.000 AC), la cultura Calima. Esta cultura Calima se destacó por sus detallados trabajos de cerámica y orfebrería. Gran parte de estos trabajos son exhibidos en el Museo Arqueológico Calima, ubicado en el municipio. Esta cultura se desarrolló en cuatro periodos: Sociedad de Cazadores Recolectores, Sociedad Ilama, Yotoco y Sonso.


Desde el siglo XVII hasta nuestra era, esta hermosa región ha sido hostal de muchos pioneros que vinieron en busca de riquezas mineras que no encontraron y se asentaron atraídos por su riqueza natural y paisajística, dedicándose en gran parte a la ganadería y a la agricultura. 

En la fundación de El Darién intervinieron muchos colonos urgidos de crear un centro urbano donde se pudieran efectuar las tareas públicas del comercio y un punto de encuentro para los moradores de la región. 

Fue así como en enero de 1.907 se inició la tarea de derribar bosques, delimitar las áreas del parque y lotes públicos, donde se construirían más tarde la iglesia y locales administrativos. 

La población del Darién fue fundada en 1.912 por colonos antioqueños, vallecaucanos y caldenses.

En 1.918 la población fue erigida en cabecera de Corregimiento, en 1.920 en cabecera de Inspección Departamental y finalmente en 1.939 mediante la ordenanza No. 049, la Asamblea Departamental, lo constituyó como el Municipio de Calima, segregando su territorio del Municipio de Yotoco y designando al Darién por cabecera Municipal. 

El nombre de Calima es en referencia a su tradicional neblina (calima o calina) que entra a la cuenca del Lago Calima por el cañón de Rio Bravo rutinariamente en las tardes, además de que los picos de sus montañas permanecen cubiertos de neblina casi todo el año. 

La cabecera del municipio se llama Darién, gracias a Don Nicolás Restrepo, uno de sus fundadores, quien le encontró parecido con unos parajes de la región del Darién, en el departamento del Chocó. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario